Carcoma es el nombre común que se le da a las larvas de varias familias de coleópteros, que pese a ser escasos en la naturaleza, podemos encontrarlos habitualmente en nuestras casas, pues en ellas se encuentra protegida del frío y de la lluvia y tiene a mano su principal alimento, la madera. Especialmente la madera seca y antigua, por lo que nuestros muebles más “vintage” les pueden suponer un verdadero festín.
Pese a ser larvas diminutas que se encuentran dentro de la madera es fácil identificar si han atacado nuestros muebles dado que encontraremos en la madera unos pequeños orificios redondos muy característicos y en la mayoría de los casos, el serrín que van expulsando de los mismos.
Una vez tenemos localizado el o los muebles en cuestión el tratamiento a aplicar es bastante sencillo, aunque en caso de ser un ataque masivo puede llegar a resultar algo tedioso.
Lo primero de todo es hacerse con un producto anti-carcoma de los existentes en el mercado, la composición de los mismos suele ser muy similar por lo que podemos buscar la opción que mejor se ajuste a nuestro presupuesto.
Las opciones más económicas son en formato líquido, por lo que adquiriremos en una farmacia una jeringa con una pequeña aguja que nos ayudará a inyectar directamente el producto en los orificios.
Una vez cargada la jeringa basta con introducir mínimamente la punta de la aguja en el orificio e inyectar un poquito de líquido. Como las galerías de la carcoma no suelen ser demasiado profundas incluso podremos apreciar un cambio de color en la madera exterior conforme el líquido avanza por ellas.
En caso de que el ataque afecte a gran parte de la madera y tengamos múltiples orificios, podemos directamente aplicar el producto mediante brocheado haciendo especial énfasis en las zonas con mayor número de ataques.
Una vez hemos tratado el mueble completo o las zonas atacadas, resulta muy efectivo envolver la zona con plástico tipo film y dejarlo 24-48 h para que los vapores que desprende el producto acaben el trabajo. En muebles de grandes dimensiones donde hayamos aplicado el producto por brocheado la opción más sencilla es cubrirlos con un plástico grande (los que emplean los pintores pueden valer) como si los encerráramos en una bolsa y dejar que el producto actúe durante 24-48 h.
La mayoría de los mata carcomas son en base disolvente por lo que para evitar olores desagradables en el interior de nuestra casa resultaría conveniente efectuar el tratamiento en el exterior de la misma, especialmente si vamos a aplica gran cantidad de producto, o bien hacerlo en una zona bien ventilada.
Para asegurarnos de la eficacia del tratamiento podemos repetirlo a los 15 días, con lo cual lograremos acabar con el ataque definitivamente y proteger nuestra madera durante más tiempo.
Con el fin de evitar futuros ataques en nuestros muebles, una opción interesante es protegerlos mediante la aplicación de un lasur, fondo o imprimación que contenga materias activas insecticidas. De ésta forma nuestra madera siempre estará protegida frente a carcomas, termitas, hongos o cualquier ataque de seres xilófagos.
Dentro del mundo de los lasures encontraremos una amplia gama de productos tanto incoloros como coloreados que nos ayudaran a proteger nuestra madera sin que ésta pierda sus características naturales.